PARADISE ENGLISH

BORACAY

Un día cualquiera en el Paraíso

Cuando queremos aprender inglés en el extranjero no solo queremos optimizar nuestro tiempo en la academia, sino que también queremos hacerlo fuera de ella. Al estar viviendo en un país de habla inglesa no paramos de manejar el inglés tanto dentro como fuera del aula. Como ya he defendido anteriormente, la inmersión lingüística es la mejor forma de aprender cualquier idioma. En Boracay podemos encontrar el cóctel perfecto de aprendizaje y entretenimiento. En este post voy a relatar como es una mañana de estudios en Paradise English  y una tarde de diversión en Boracay.

Digamos que es viernes (aunque en Boracay todos los días son viernes), suena el despertador a las 8:00 a.m. , me levanto de un brinco, los Rolling Stones suenan en el altavoz, una ducha con agua fría (no preocuparse es por gusto no por necesidad), me acicalo, me pongo guapo, recojo mis apuntes y me voy directo a la cocina-comedor de la residencia. Los alumnos más madrugadores ya llevan un rato allí; de cháchara, cocinando, desayunando…  alguno también estudiando o ultimando los “homework”. Me basta con un café y una tortilla francesa. Ya estoy listo para ir a la faena.

Hoy apunta a ser un buen día. Los viernes es un día especial en la escuela. Tenemos comida internacional y la graduación de algunos alumnos que nos dicen adiós o al menos hasta luego. El Sol brilla y mañana tenemos día libre. ¿Qué más se puede pedir?

Voy con la lección aprendida. Hoy me toca Grammar 3 con Liezl, Speaking 3 con Steve y mi clase favorita, my One to One con Rodel. La primera hora pasa rápido. Corregimos algunos ejercicios y empezamos nuevo tema. Parece fácil pero a la hora de empezar a producir la cosa se complica. El tema merece algo más de estudio, ya se lo daremos el domingo. La segunda hora es con Steve. La verdad que sabe como divertir a los alumnos. Otra vez pasa volando. Antes de mi One to One me tomo un cafelito. Necesito estar en guardia para mi One to One. Aunque es en la clase que más aprendo, también es el más complicada. Rodel me está enseñando a mejorar mi pronunciación, viciada por tantos años de mal aprendizaje. Leemos pasajes de textos muy interesantes. Dostoevsky, Peter the Great, Tesla son algunos de los personajes que aparecen en los textos. Nos centramos en las palabras que no digo correctamente. Y una y otra vez las repetimos. Rodel disecciona la palabra, la analiza y me explica los movimientos de boca, lengua y garganta. Vibraciones, dictongos, y combinaciones imposibles (en un principio). La verdad que tiene más paciencia que un Santo. Le suena la alarma del móvil a las 11:50. Bien!! Es la hora de comer!!

Llego de los primeros. Aunque nunca hay que esperar mucha cola. ¿Qué tenemos para hoy? Bien! Hamburguesa y patatas fritas. Ya en la mesa me siento con uno de mis compañeros. Acaba de llegar desde Bélgica, es su primera semana y quiere conocer la vida nocturna de la isla. Le pondremos remedio esta noche. Pero antes tenemos que sacarle partido a la tarde. Se nos suman a la mesa una japonesa, una taiwanesa y un chino. No es un chiste. Quedamos para ir después de clase a Tambisaan Beach. No está lejos y es uno de los mejores puntos de la isla para hacer snorkeling sin necesidad de coger un barco. Como voy a tener una tarde movida hay que coger energías, me tomo una segunda hamburguesa. Hoy están re-ricas. De postre Mango float, postre tradicional filipino y también mi favorito.

Son las 12:30. Perfilamos nuestros planes mientras nos fumamos un cigarro en la smoking área y hacemos tiempo para el comienzo de la graduación. Los viernes que algunos estudiantes terminan sus estudios hay una pequeña ceremonia. Los estudiantes reciben un certificado de estudios y dan un pequeño discurso, a veces corto, a veces largo, a veces divertido, pero siempre emotivo. La celebración se culmina con un pastel y un montón de fotos. A veces regalos y premios.

La 1:00 p.m. y ya he terminado. La residencia se encuentra a escasos 3 minutos de la escuela. Al llegar mi colada me espera en una bolsa dobladita y bien planchada (esto es mejor que vivir con mamá). En 10 minutos ya estoy en bañador, con mi toalla y gafas de buceo. Con unos pocos pesos es todo lo que necesito.

Como hace un día maravilloso, mi compañera de japón y yo decidimos ir a andando. Tambisaan se encuentra a unos 20 minutos caminando y allí nos encontramos con el resto de los compañeros. Extendemos las toallas y nos tomamos una cervecita en la playa antes de aventurarnos al ejercicio. Hoy es viernes, no tenemos prisa y hay que hacer la digestión 😉

Ya en el agua disfrutamos como siempre que venimos a esta zona. Aguas cristalinas, jardines submarinos entre los corales forjados por milenios, miles de pececitos de colores fluorescentes nos rodean. La sensación es inexplicable. Hay que “sufrirlo” en las carnes. Vemos erizos de mar, una clase de morena del tamaño del dedo corazón. decenas de peces payaso, y otras cientos de especies de las cuales no me se el nombre. Como siempre nunca defrauda. Pasamos la tarde entrando y saliendo del agua. Unas patatas y una cerveza para culminar.

Se va acercando la hora del atardecer y no lo queremos perder, por lo que cogemos nuestros enseres y nos encaminamos a la cara oeste de la isla. en 10 minutos estamos sentados cara al mar en un tronco que

ha arrastrado la marea y hace a su vez de mirador improvisado. Otra vez, como siempre, no defrauda. Como cada tarde el mejor atardecer que he visto en vida. Cada minuto cambia de tonalidad, de color, de forma. Un verdadero espectáculo. Lo mejor de todo es que el del día siguiente te parece mejor.

La tarde a cundido. La verdad que se nota en el cuerpo. Como todavía hay tiempo para la cena también hay tiempo para una ducha, una siesta y un cambio de vestimenta.

Para la cena hay discusión. Debate entre Nonie´s y Mama Fish. Al final nos decantamos por Nonie´s que nos hacen un 10% de descuento por ser estudiantes de Paradise English. En Nonie´s cualquier cosa que pidas va a estar deliciosa. Cocina filipina con un toque de modernidad. A mi me chiflan los platos principales. Hoy toca probar el Chicken Adobo. Buenisimo!! Lo marinamos con un par de botellas de vino y muy buena compañía. Plato principal, con un par de aperitivos para compartir y dos botellas de vino, 16 euros por cabeza (900 pesos).

Para bajar la comida nos vamos a un bar que tiene camas balinesas en la playa. Nos tomamos unos mohitos, unos gin-tonics y unas cervezas. Hoy es viernes y hay que celebrar. Para culminar la noche (Algunos . Otros no tienen fin y terminaron en Galaxy club hasta las 5 de la mañana) nos encaminamos a Exit Bar, allí se mezcla gente de todas las nacionalidades. Muy buena música, alcohol barato, ambiente playero y muy buen ambiente. A eso de las 12, Exit se vuelve loco. Gente bailando, riendo, charlando o gritando. Nos lo pasamos genial!!

A las 3 de la mañana las fuerzas se agotaron. Tiramos para casa unos mejor acompañados que otros. Todos con una sonrisa en la cara y con ganas de que empezara el sábado.